Hoy en día podemos encontrar todo tipo de dulces y postres procedentes de casi cualquier lugar del mundo. La oferta azucarada es muy abundante con la globalización, especialmente en la capital. Desde pastelillos árabes hasta el dulce de leche argentino, se abre un amplio abanico que nos alegra hasta al más amargo de los días. Sin embargo, entre tanta oferta de azúcar, ¿cuáles son los dulces realmente típicos de Madrid? [Leer más…] acerca de ¿Cuáles son los dulces más castizos?
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Torrijas “diferentes” para Semana Santa
Parece que uno está esperando a que llegue Semana Santa para poder meterse, sin remordimiento, entre pecho y espalda, una buena dosis de torrijas. Sin embargo, la receta típica de este dulce ha evolucionado con el tiempo y, hoy en día, existen tantos tipos distintos de torrijas que a veces se nos complica la elección. [Leer más…] acerca de Torrijas “diferentes” para Semana Santa
Cómo hacer las mejores torrijas para Semana Santa
Las torrijas son uno de los dulces tradicionales españoles con más solera. Y, aunque algunos las hacen durante todo el año, es en Semana Santa cuando las podemos encontrar con mayor facilidad en la mayoría de las establecimientos y hogares.
En Casa Mira os queremos explicar la procedencia de las torrijas y cómo es la mejor manera de elaborarlas al estilo tradicional.
Historia de las torrijas
Las torrijas son uno de los dulces con más tradición en nuestro país; si queremos conocer su procedencia deberemos remontarnos a la época de los romanos, ya que elaboraban recetas muy parecidas a nuestras torrijas actuales.
En el S. I d.c el gastrónomo Marcus Gavius Apicius dejó su propia receta de torrijas, y debía ser una receta muy popular porque en la actualidad todavía se conserva, en el Museo Arqueológico de Madrid, alguno de los utensilios donde las elaboraban.
Aunque su receta no ha variado mucho desde entonces, sí que ha ido evolucionando y perfeccionándose hasta llegar a las recetas actuales. Al igual que ocurre con otros platos del recetario tradicional, las torrijas eran un plato de pobres, era perfecto para aprovechar las sobras y una oportunidad excelente de poder convertir algo tan corriente como un pan duro en un estupendo dulce.
Allá, por el año 1600, dicen que era uno de los alimentos que se les daba a las parturientas con el objetivo de que recuperasen pronto su energía tras el parto, ya que se trata de un alimento que aporta las calorías suficientes como para animar a cualquiera. Se piensa que, posteriormente, se incluyó en la época de Cuaresma para compensar el bajón de energía que daba no comer carne, una idea que se pone en duda, ya que, por aquel entonces, la carne no era un plato muy abundante en las mesas de la población general.
Sea como fuese, lo cierto es que las torrijas terminaron imponiéndose como un dulce típico en Semana Santa, donde el pan duro y el vino dulce representaban el cuerpo y la sangre de cristo.
El siglo XX deshizo ese lazo de unión entre torrijas y religión, sacándolas a las tabernas y poniéndolas sobre las barras de los bares acompañadas de un buen vaso de vino.
Receta tradicional de torrijas
Cada casa tiene su manera de hacer las torrijas, en el último siglo la abundancia de materia prima nos ha hecho inventar y renovar las recetas más clásicas, así que ahora podemos encontrar torrijas de leche, de vino, de café, de limón, de licor… y de cualquier cosa que se nos ocurra en la que se pueda remojar un pan duro.
Aquí os dejamos la receta más tradicional de torrijas, aunque luego cada uno la puede adaptar a su manera.
Ingredientes
- 1 barra del pan duro de 2 o 3 días o pan de torrijas
- 1 ½ de leche
- 5 huevos
- Canela en rama, vainilla y cáscara de limón
- 1 vaso de vino de Oporto
- 300 gr de azúcar
- Aceite de oliva
Preparación
- Calentamos la leche, sin que llegue a hervir, retiramos del fuego y añadimos la rama de canela y la corteza de medio limón.
- Dejamos reposar todo durante 5 minutos, y dejamos que se enfríe poco a poco.
- En un plato ponemos la leche, ya fría, añadimos el vaso de Oporto (opcional) y mezclamos.
- Batimos los huevos y añadimos dos cucharadas de la leche, mezclamos todo, y lo volcamos en un plato hondo donde mojaremos las torrijas antes de freírlas.
- Las rebanadas deben estar cortadas gruesas, como de un dedo de ancho, para que no se deshagan al meterlas en la leche.
- Calentamos el aceite de oliva suave en una sartén, a fuego medio. Mientras, mojamos las rebanadas de pan en la leche por los dos lados, pero con cuidado de que no chorreen. A continuación, las metemos en el huevo y las freímos en el aceite muy caliente por los dos lados hasta que queden doradas, y retiramos sobre un papel absorbente.
- A parte, ponemos un recipiente ancho con azúcar y canela en polvo, mezclamos y rebozamos las torrijas. Dejaremos que suden un poco para que se haga en almíbar.
Un truco, es dejarlas de un día para otro.
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