Las fiestas de San Isidro, el 15 de mayo, suponen en Madrid una continua tentación para los más golosos y adictos a los postres populares. Entre chulapas y barquilleros, decenas de puestos callejeros exhiben los dulces típicos de San Isidro, para deleite de algunos, y sufrimiento de los que prefieren mantener la línea.
Os aseguro que los dulces típicos de San Isidro más bien valen unas horas de más en el gimnasio. En cada bocado repleto de azúcar encontramos el sabor de recetas mejoradas tras años de tradiciones y el recuerdo de una infancia en la cocina de nuestros abuelos.
Pero ¿Cuáles son esos dulces típicos de San Isidro que tantas tentaciones provocan?…
Los dulces tradicionales de San Isidro que no te puedes perder
Rosquillas de San Isidro
Las tontas, las listas, las de limón, de Santa Clara… Una gran variedad de rosquillas del santo se muestra en los puestos de la verbena. Las más clásicas son las rosquillas listas y las tontas, cuya única diferencia se basa en el baño de azúcar que se le da por encima. Las de Santa Clara tienen merengue y las francesas se recubren de almendras garrapiñadas. Aquí puedes encontrar información sobre la historia de las rosquillas del Santo.
Algodón de azúcar
Imposible acudir a una feria, sea cual sea, sin ver a decenas de niños con la cara repleta de algodón de azúcar. Uno de los dulces populares que más éxito tiene entre los más pequeños, pero que, según dicen, procede de Italia.
Se elabora simplemente con azúcar calentado y expulsado con fuerza en forma de finos hilos. La pericia del algodonero consiste en enroscarlos en un palo de madera formando una nube. Un placer que se derrite en la boca al primer bocado.
Barquillos
Uno de los dulces más típicos de Madrid. Es muy peculiar ver como los chulapos y chulapas mueven la ruleta de su barquillero. Se trata de un artilugio metálico, en cuya parte superior se encuentra una rueda que gira. El juego tradicional consistía en que los amigos debían hacer girar la rueda y el que sacará un número menor pagaba los barquillos a todos.
Para todo aquel que no haya tenido el placer de probar un barquillo, se trata de una especie de oblea enrollada en forma de canuto. Hace años tenía forma triangular o de barco, de ahí que se le llame barquillo.
Se rompe fácilmente y se deshace en la boca dejando un sabor suave y dulce que te atrapa hasta el final, que siempre llega demasiado pronto.
En Casa Mira podrás encontrar unos estupendos barquillos sin necesidad de tener que esperar a las fiestas de San Isidro.
Garrapiñados
La almendra garrapiñada siempre ha sido la reina de las ferias. Sin embargo, desde hace años, podemos encontrar algunos puestos donde se garrapiñan todo tipo de frutos secos. El olor a azúcar caramelizado que desprenden los puestos hace que te sea irresistible acercarte a ellos.
El garrapiñado se elabora a base de azúcar que se va tostando lentamente en un gran caldero. Es importante no dejar de remover para que no se peguen las almendras, ni tampoco se quemen. Es uno de los dulces típicos de San Isidro que no puedes perderte.
Manzanas de caramelo
Aunque procede de EEUU, este postre se ha vuelto tan popular que es imposible no encontrarlo en cualquier feria de Madrid.
Se trata de una manzana recubierta de un caramelo rojo brillante, que se sirve a modo de piruleta. El caramelo se queda crujiente, así que hay que tener cuidado con no hacerse daño en las encías al morderlo, pero su sabor dulce, en contraste con la manzana, lo convierte en uno de los postres más apetecibles de San Isidro.
Lo que es cierto, es que no puedes pasarte por Madrid sin probar alguno de estos deliciosos dulces tradicionales de San Isidro. Y, si no estás para esas fechas en la capital, no te preocupes, porque en Casa Mira podrás probar alguno de ellos durante todo el año.