Se abre la veda para los golosos. En Semana Santa pastelerías y restaurantes sacan a relucir sus postres más populares. Pestiños, monas de Pascua, torrijas o leche frita no pueden faltar en cualquier fin de menú durante estas fechas.
El origen de los postres de Semana Santa
Desde hace siglos, la Cuaresma lleva imponiendo la abstinencia de comer carne y el ayuno durante el día. Así que, para contrarrestar las bajadas de azúcar y calorías, además de deshacerse del pesaroso sentimiento de un estómago vacío y rugiente, las cocinas pusieron sus fogones a funcionar con los productos de temporada.
Por aquel entonces, los ingredientes más habituales se cernían a los cereales, leche y mieles que daban las tierras y ganados cercanos. Nada de productos exuberantes ni ajenos a estos campos de medio secano, medio regadío. Las despensas tenían productos humildes, es decir: harina, leche, miel y, si había suerte y dinero, un poco de canela y azúcar.
De estos momentos de carencia, mezclado con la abstinencia, surgieron algunas de las ideas culinarias más ingeniosas de hoy en día. Guisos, potajes, platos contundentes y, sobre todo, unos postres que conseguían olvidar la penitencia ejercida durante el día.
En Casa Mira queremos hablaros de los 4 postres más populares de Semana Santa. Postres hipercalóricos, que ya nos pasarán cuentas a final de las fiestas, pero que, de momento, vamos a disfrutar al máximo.
4 postres tradicionales de Semana Santa
Torrijas de leche
Quizás este sea el postre más representativo de la Semana Santa. Nunca se hubiese podido imaginar que un pan duro mojado en leche y frito, pudiera dar tanto que hablar.
La torrija ha llegado a alcanzar el grado de delicatessen en muchos sitios, y su popularidad ha ido transformando un postre humilde en toda una sofisticación digna de chef de estrella Michelín.
Ya sea mojada en leche, vino o Bailey, si no has comido una buena torrija en Semana Santa no sabes lo que te pierdes.
Monas de Pascua
Más tradicional de la zona levantina que del centro de la Península. La Mona de Pascua también ha ido extendiendo su fama a los terrenos colindantes, y ya la podemos encontrar en casi todas las pastelerías y confiterías del país.
La tradición manda que el padrino debe regalarle una a su ahijado el Domingo de Pascua.
Una variedad menos conocida de la Mona de Pascua es el Pan quemado, que apenas cambia sus ingredientes, pero su aspecto es el de bollo.
Pestiños
Uno de los dulces conocidos como “postres de sartén” y que se aplica a aquellos en los que una masa se sumerge en aceite caliente y se fríe.
Tienen forma de pañuelo doblado, elaborado con harina, miel, anís y limón. Los pestiños son una tradición andaluza, de orígenes moriscos. No sólo son propios de Semana Santa, sino que durante las Navidades y el Carnaval también suelen servirse en las casas, especialmente a la hora de la merienda.
Leche frita
Otro de los “postres de sartén” más populares en Semana Santa. Son muchos los que se disputa sus orígenes, y tan lejanas las tierras donde son típicos, que no se puede conocer realmente donde fue su primera preparación. Lo que sí parece tener sentido es que fueron los árabes quienes la elaboraron durante sus ocho siglos de asentamiento en la Península.
La época impone, sigamos los ayunos y abstinencia de Cuaresma o no, darse un buen homenaje con estos deliciosos postres tradicionales. Si no es por alagar al cuerpo, al menos, por conocer los sabores que han pervivido en nuestra tierra a lo largo de siglos y siglos.
Algunos de estos excelentes postres de Semana Santa, como son las torrijas, podrás degustarlos en Casa Mira, en nuestra tienda del centro de Madrid, o visitar nuestra tienda online y que te los lleven a casa.