La corona de la Almudena, el dulce más castizo de noviembre

corona de la almudena

Madrid en noviembre es otra cosa.
Además del olor a castañas y el fresquito en la cara, el mes de noviembre nos regala algunos que otros lujos que no podemos pasar por alto. El bullicio de las verbenas se apaga, las luces navideñas aún están por venir… y entre tanto, aparece: la corona de la Almudena.

Sí, ese dulce que a primera vista recuerda al roscón de Reyes, pero que tiene su propia historia, su personalidad y, por supuesto, su momento del año. Porque si hay un postre castizo, ése es la corona de la Almudena. Y, en Casa Mira, como buenos madrileños de horno y corazón, no solo la hacemos cada año, sino que la celebramos por todo lo alto.

Un homenaje dulce a la patrona de Madrid

Cada 9 de noviembre, los madrileños celebramos el Día de la Almudena, en honor a la Virgen que, según la tradición, protege la ciudad desde tiempos casi inmemoriales. Es una jornada que mezcla devoción, identidad y sabor, porque… ¿qué sería de una fiesta sin su dulce correspondiente?

La corona de la Almudena nace precisamente como homenaje comestible a esta figura. A diferencia del Roscón de Reyes, que llega tras las fiestas, la corona abre la temporada de celebraciones: es el primer aviso de que se acercan los días de encuentros familiares, meriendas con mantita y escaparates con estrellas.

Y, aunque no todas las ciudades pueden presumir de tener un dulce propio para su patrona, Madrid sí. Y lo hace por todo lo alto (y todo lo ancho, si nos fijamos en el tamaño de algunas coronas).

¿Pero qué es exactamente la corona de la Almudena?

corona de la almudena
corona de la almudena

Vamos a lo importante. La corona de la Almudena es una rosca elaborada con una masa suave y esponjosa, parecida a la del roscón, aunque algo más compacta y con una textura más firme. Suele llevar un relleno de nata, trufa, crema pastelera o cabello de ángel, según el gusto del consumidor —aunque en Casa Mira tenemos nuestras propias combinaciones que ya son casi leyenda—.

La masa se aromatiza con ralladura de naranja o limón, y se adorna por encima con frutas confitadas, azúcar y almendra laminada. Pero más allá de la receta, lo que hace especial a la corona es el momento del año en el que llega y el cariño con el que se elabora.

Porque si algo define a este dulce en Casa Mira, es que, al igual que todos nuestros turrones artesanos, se hace con calma, sin prisas, con las manos de siempre y con ingredientes de verdad. Y eso, en estos tiempos de masas congeladas y glaseados que brillan demasiado, es un tesoro.

Un dulce joven, pero con espíritu de clásico

Aunque la devoción a la Virgen de la Almudena se remonta al siglo XI, lo cierto es que la tradición de la corona de la Almudena es bastante más reciente. Su historia comienza en los años 70, cuando varias pastelerías madrileñas —entre ellas Casa Mira— decidieron crear un dulce especial para rendir homenaje a la patrona.

Lo que empezó como una propuesta de unos pocos obradores, con el tiempo se convirtió en costumbre, y hoy son muchas las familias que no entienden el mes de noviembre sin una corona en la mesa.

En apenas unas décadas, este dulce ha pasado de ser una novedad a convertirse en un símbolo gastronómico de Madrid, una de esas cosas que pasan sin hacer ruido, pero que acaban formando parte de la memoria colectiva.

Receta con identidad, sabor con raíz

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En Casa Mira llevamos más de cien años elaborando dulces tradicionales, y sabemos que la clave de cualquier receta está en no tener prisa. La corona de la Almudena no es una excepción.

Para hacerla como debe ser, se necesita buena harina, huevos frescos, mantequilla auténtica y mucho mimo. El proceso comienza con un levado largo, que permite que la masa gane cuerpo y sabor. Después se hornea con cuidado, se deja enfriar lentamente y se rellena a mano, uno a uno. Nada de atajos.

La decoramos con fruta confitada, almendra y azúcar, sí, pero sobre todo la rellenamos de intención: la de seguir manteniendo vivas las tradiciones que nos hacen quienes somos. Porque la corona de la Almudena no es solo un postre: es una forma de celebrar Madrid.

Más que un dulce: una excusa para juntarse

Como todos los dulces de temporada, la corona tiene algo mágico: reúne a la gente en torno a una mesa. Algunos vienen a por ella después de visitar la catedral. Otros la comparten en la oficina, en casa o la regalan a alguien especial. Y los más previsores la encargan con días de antelación, porque saben que cuando se acaban… se acaban.

Ven a por tu corona, que noviembre no espera

La Corona de la Almudena no es un dulce más. Es un gesto, un guiño a nuestra historia, una manera de decir “aquí seguimos, como siempre”.
En Casa Mira, llevamos generaciones haciéndola igual: con los mismos ingredientes, el mismo cariño y la misma ilusión.

Así que si este noviembre quieres celebrar como manda la tradición, te esperamos con las coronas listas, los turrones ya asomando y el horno encendido.

Puedes venir a vernos a nuestra tienda de la Carrera de San Jerónimo, en pleno corazón de Madrid. Un lugar donde el tiempo parece ir a otro ritmo y donde cada dulce tiene una historia que contar. O, si lo prefieres, puedes visitar nuestra tienda online desde la comodidad de tu sofá y dejar que el crujido llegue directamente a tu puerta.

Porque hay dulces que no pueden faltar, y este… es uno de ellos.

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