Parece que uno está esperando a que llegue Semana Santa para poder meterse, sin remordimiento, entre pecho y espalda, una buena dosis de torrijas. Sin embargo, la receta típica de este dulce ha evolucionado con el tiempo y, hoy en día, existen tantos tipos distintos de torrijas que a veces se nos complica la elección.
Aunque la receta típica en la que se moja un pan duro en leche es la triunfadora indiscutible de la Semana Santa, lo cierto, es que existen variedades de torrijas que merece la pena conocer, degustar y valorar.
Evidentemente, la receta tradicional proviene de tiempos más austeros cuando los ingredientes estaban muy limitados. Gracias a la variedad y riqueza de los productos de los que disponemos hoy en día, la torrija ha alcanzado unos niveles que incluso tocan la excelencia gastronómica. Y, no son pocos los chefs de alta alcurnia que han ganado premios gastronómicos gracias a ella.
¿De dónde proceden las torrijas?
Dicen que la primera receta de torrijas procede de un cocinero romano, llamado Marcus Gavius Apicius, del siglo I d.c. La receta difería de la actual en que el azúcar brillaba por su ausencia y en sustitución se utilizaba miel.
Como curiosidad, podemos decir que, en la Edad Media, se daban torrijas a las parturientas para que recuperasen fuerzas tras el parto. Y, años más tarde, se empezaron a tomar en la Cuaresma para compensar las calorías perdidas en esta época al no comer carne.
Las nuevas torrijas del siglo XXI
Hay muchas maneras de mojar un pan duro. La leche sigue siendo el elemento preferido, sin embargo, los nuevos tiempos traen consigo nuevos gustos gastronómicos más atrevidos e innovadores.
Actualmente hay torrijas de todo tipo. Nos sorprende comprobar que existen torrijas de pan de naranja y pepitas de chocolate, o torrijas con plátano y canela, que se preparan a modo de bocadillo, en el que el plátano queda aprisionado entre el pan, para freírlo posteriormente.
Otra alternativa a la receta tradicional de las torrijas es la torrija con fruta. Aunque lleve fruta no significa que sea saludable, pero está claro que el placer de comerlas bien merece la pena una semana de gimnasio.
Para los mayores de 18 años, recomendamos la torrija con alcohol. Puedes escoger entre una amplia variedad de licores, Bailey o vino tinto. Están tan buenas que tendrás que tener cuidado para no pasarte con la dosis recomendada por la DGT.
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¡Bienvenida la Semana Santa!