El marrón glacé es una de las delicatesen más apreciadas por los sibaritas del dulce.
Se elabora principalmente a base de castañas y azúcar, pero para su preparación se requieren unas cualidades tan especiales, un tiempo y una dedicación que antiguamente solo estaba reservada a los reyes.
El marrón glacé procede del sur de Francia y del norte de Italia, pero era un manjar que pocos se podían permitir, aunque su ingrediente principal es algo tan barato como una castaña. Lo cierto es que, a pesar de los siglos transcurridos desde que se inventó el primer marrón glacé, sigue siendo un producto de lujo que se vende en tiendas gourmet.
En Casa Mira os vamos a explicar qué es el marrón glacé y porqué es tan especial.
Origen del marrón glacé
Aunque España es uno de los mayores productores de castañas de Europa, y las castañas son un alimento que lleva consumiéndose desde hace siglos, lo cierto es que no son muchos los que conocen la excelencia del marrón glacé.
El marrón glacé es una castaña confitada y glaseada que se consume en el sur de Francia desde hace siglos.
Las primeras culturas, como la griega o la romana, ya elaboraban las frutas confitadas con miel, pero no fue hasta siglos más tarde, momento en el que los cruzados trajeron azúcar procedente del Oriente Medio, cuando se empezó a confitar con azúcar, algo desconocido para los países occidentales de aquel entonces.
En la parte sur de Francia y el norte de Italia existían grandes extensiones de bosques de castaños, así que sobre el siglo XV se comenzó en los monasterios a confitar las primeras castañas. Pero no fue hasta el siglo XVI que el cocinero francés del rey Luis XVI François Pierre de la Varenne, le sirvió al rey el primer marrón glacé, dejando su receta para la posteridad.
En el siglo XIX la empresa francesa Ardèche creó la primera fábrica de marrón glacé y, desde entonces, la técnica ha sido perfeccionada hasta llegar a nuestros días.
En España no tuvimos la suerte de poder disfrutar de marrón glacé hasta los años 80 y, aún hoy, muchos son los que desconocen su excelente sabor.
Porqué las castañas confitadas son un producto gourmet
Quizás uno se extrañe de los precios que puede alcanzar un marrón glacé en el mercado, sobre todo cuando su componente principal es una castaña, un producto barato y muy habitual en nuestra dieta desde hace siglos.
El secreto del precio del marrón glacé reside en lo costoso de su elaboración.
Para empezar no todas las castañas son aptas de convertirse en un perfecto marrón glacé. En principio hay 80 variedades de castañas válidas, pero solo las de un tamaño mayor y una constitución consistente serán las elegidas.
Lo complicado de la receta del marrón glacé reside en las fases de su elaboración.
Primero se deben cocer a fuego lento y al pelarlas deben quedar totalmente enteras sin ningún resto de pieles o cáscara. A continuación, se hace un almíbar con el azúcar y se introducen las castañas con cuidado para que no se rompan. Después de un tiempo corto de cocción, deben reposar durante 24 horas al menos. Volveremos a hervir las castañas y a repetir este proceso 4 veces más. Al quinto día, se calienta de nuevo y se cuelan. Cada castaña va envuelta de manera independiente para que no se desmoronen. Algunas de las mejores recetas incluyen canela, vainilla e incluso, brandy en su preparación. Todo dependerá del nuestras preferencias en cuestión de sabor.
Si quieres probar esta delicatesen digna de reyes, y no te quieres manchar las manos, en Casa Mira te ofrecemos excelentes marrón glacé con la total seguridad de que vendrás a por más.