La temporada navideña, con su derroche de comilonas y festividades, a menudo deja tras de sí un rastro de sobras culinarias que terminan en la basura. Entre estas sobras festivaleras solemos encontrarnos con cajas de mazapán que, si no se consume con rapidez o se conserva cuidadosamente, termina convirtiéndose en un buen instrumento para calzar una mesa o servir de tope de una puerta. [Leer más…] acerca de Receta de bizcocho de mazapán
mazapán
¿Cuáles son las diferencias entre la pasta de almendras y el mazapán
En el espacio de la repostería artesanal, la diversidad de sabores y texturas es tan vasta como la creatividad de los maestros pasteleros que lo habitan. Dos de los protagonistas más destacados en este universo de dulces delicias son el pastel de almendras y el mazapán. Ambos tienen raíces históricas profundas y un lugar privilegiado en las mesas de postres alrededor del mundo. Sin embargo, a pesar de sus similitudes aparentes, existen diferencias entre la pasta de almendras y el mazapán que merece la pena conocer. [Leer más…] acerca de ¿Cuáles son las diferencias entre la pasta de almendras y el mazapán
Recetas creativas para aprovechar las sobras de mazapán
El mazapán es una delicia tradicional en la repostería, especialmente durante la temporada navideña. Su sabor y textura únicos lo convierten en un ingrediente versátil para crear postres y dulces exquisitos. Pero, ¿qué hacer cuando te quedan sobras de mazapán después de tus festividades? [Leer más…] acerca de Recetas creativas para aprovechar las sobras de mazapán
El origen controvertido de la anguila de mazapán
Si alguna vez pasado por alguna pastelería de Toledo, o por el obrador de Casa Mira, en pleno centro de Madrid, habréis podido ver un curioso dulce con forma de anguila enroscada, se trata de una anguila de mazapán.
Para aquellos que no la hayan catado ni visto nunca, os diré que se trata de un enorme mazapán por fuera, relleno, normalmente, de yema confitada o cabello de ángel. Sus ojos son bolas de azúcar, y lleva unas escamas de láminas de almendras recubiertas de azúcar glas, o de fruta confitada.
Este dulce tradicional es uno de los más típicos de la ciudad de Toledo, aunque, su popularidad le ha llevado a traspasar fronteras y, actualmente, por suerte, también lo podemos degustar en otras regiones.
Si tienes curiosidad sobre el origen del mazapán, no te pierdas este post.
¿De dónde procede la anguila de mazapán?
El mazapán es uno de los dulces más típicos de Toledo. Allí se vende durante todo el año y, aunque, la mayoría de los mazapanes siguen presentándose en forma de pequeñas figuras, podemos encontrar también en los escaparates anguilas de mazapán.
Cuenta una de las leyendas de Toledo que, en el siglo XIX, las anguilas eran un manjar muy apreciado en la ciudad. Provenían del río Tajo y, además de consumirlas habitualmente como plato típico, también se utilizaban para depurar el agua de los aljibes de la zona.
El caso es que, las anguilas desaparecieron del río Tajo. Y, como dice el refrán que: “a falta de pan buenas son tortas”, uno de los obradores de la ciudad decidió revivirlas, pero en forma de mazapán, para que no se echasen tanto de menos en las mesas de la región.
Sin embargo, deambula otra historia muy distinta sobre la anguila de mazapán, que pone los pelos de punta a cualquiera.
Las anguilas de mazapán y su relación con los judíos conversos
Existe otra historia mucho más oscura sobre la anguila de mazapán, que sitúan su creación en el siglo XV.
En 1492 los Reyes Católicos decidieron expulsar a los judíos de la Península. Muchos de estos judíos, se convirtieron al catolicismo para no tener que abandonar su hogar y sus pertenecías. Al convertirse a la nueva religión debían abandonar sus antiguas costumbres y asumir las costumbres y tradiciones cristianas.
Por aquel entonces, la inquisición se encargaba de vigilar de que los judíos conversos, efectivamente, hubieran abandonado su fe, poniéndolos a prueba continuamente. Por este motivo, encargaron a los pasteleros toledanos un dulce con forma de anguila, ya que los judíos no podían comer ningún pescado que no tuviera escamas, ni aletas, por semejarse a la serpiente, un animal impuro.
De esta manera, podían observar quién comía gustosamente de la anguila y quién la rechazaba. Cuentan que las escamas de la anguila se las colocaron posteriormente unos confiteros que se apiadaron de los sefardíes para que no los persiguiese más la inquisición.
Un dulce elaborado a mano
Las anguilas de mazapán han llegado hasta nuestros días muy mejoradas, y su popularidad ha viajado hasta otros países europeos, incluso, América latina.
En Casa Mira la elaboran a mano en su obrador con ingredientes de la máxima calidad. Muy lejos de los mazapanes elaborados con patata, en los mazapanes de Casa Mira se usa únicamente almendra Marcona.
Si pasas por el centro de Madrid, puedes visitarnos en nuestra tienda y, si no, también nos encontrarás en nuestra tienda online.
Un dulce para compartir, sino queremos tener un ataque diabético, pero, que bien merece la pena probar, aunque metamos unas cuantas calorías de más en el cuerpo.
Qué es el pan de Cádiz y cómo se elabora
El Pan de Cádiz es un dulce navideño muy típico del sur de España. Se trata de una especie de cofre elaborado con mazapán relleno de crema de batata y yema, que acarrea cientos de años de tradición a sus espaldas, lo que bien merece la pena tener que estar a régimen el resto de la semana.
Hay dulces que no se deben pasar por alto, sobre todo cuando su receta conserva el sabor de decenas de décadas y su procedencia contiene el peso de varias historias dignas de ser contadas generación tras generación.
En Casa Mira queremos revelaros algunos datos curiosos de este dulce navideño y la receta para que podáis elaborarlo en casa.
La curiosa historia del Pan de Cádiz
Pocos dulces pueden tener tantas historias sobre su procedencia como es el Pan de Cádiz. Hemos encontrado hasta 4 relatos distintos, pero el que más nos gusta es el que se cuenta a los turistas cuando pasan por las pastelerías de la ciudad y se interesan por el aspecto tan peculiar que tiene este dulce.
Cuenta la leyenda que, allá por el siglo XIX, en plena Guerra de la Independencia, los franceses asediaban las tierras gaditanas, ejerciendo presión y control sobre la población impidiendo que entrasen mercancías y alimentos en la ciudad.
La falta de trigo provocó que se utilizase para elaborar pan uno de los ingredientes de los que había abundancia por aquel entonces, la almendra. Dicen que, en el Palacio de la Aduana, había una gran carga de almendra que estaba destinada a su exportación, pero no podían darle salida; así los gaditanos decidieron elaborar un pan a base de almendras, es decir, una especie de mazapán. Estos fueron los inicios del famoso Pan de Cádiz.
Lo cierto, es que, por muy interesante que nos pueda parecer esta historia, es bastante cuestionable, ya que era poco probable que se emplease un ingrediente mucho más caro para elaborar pan que el propio trigo, y cuya población general no hubiera podido acceder a él fácilmente.
Otras historias, mucho más aburridas, aunque seguramente con más papeletas para que sean ciertas, son las que atribuyen la creación del Pan de Cádiz a un pastelero conocido como Antonio Valls Garrido, inventor del turrón a mediados del siglo XIX y residente en Cádiz.
Aseguran que Valls creó el Pan de Cádiz con forma de cobre con el fin de guardar en su interior pequeños tesoros dulces, y por eso decidió rellenarlo con frutas escarchadas, yema, cabello de ángel o crema de batata.
Sea como fuere, lo cierto es que el Pan de Cádiz se ha ganado el reconocimiento, no solo de Cádiz, sino de todas las mesas del país, con el paso de los siglos.
Cómo hacer Pan de Cádiz casero
Ingredientes
Para el mazapán
- 250 g de almendra molida
- 250 g de azúcar glas
- 2 claras de huevo
Para la crema de yema
- 100 g de azúcar
- 6 yemas de huevo
- 3 cucharadas de agua
Para el relleno de batata
- 1 boniato mediano
- 50 g de azúcar glas
Para pintar
- 1 yema de huevo
Preparación del Pan de Cádiz
Preparación de la masa
- En un bol mezclamos las almendras molidas con el azúcar glas. A continuación, añadimos las claras de huevo y amasamos con las manos hasta obtener una masa lisa y homogénea.
- Cubrimos con film y dejamos reposar 2 horas a temperatura ambiente.
Relleno de la batata
- Lavamos bien los boniatos y los asamos enteros, sin pelar, en el horno a 180°C hasta que al pincharlos estén bien blandos, más o menos 30 – 40 minutos.
- Dejamos enfriar, los pelamos y hacemos un puré junto con el azúcar glas y reservamos.
Crema de yema para el relleno
- Batimos las yemas y las reservamos. En un cazo ponemos el agua y el azúcar para hacer un almíbar consistente. Volcamos las yemas batidas en otro cazo y añadimos el almíbar por encima muy lentamente y vamos batiendo a mano para integrarlo.
- Colocamos el cazo en el fuego sin dejar de batir hasta que espese y sin que llegue a hervir.
- Apartamos y dejamos enfriar tapado con un film transparente.
Rellenando el pan
- Estiramos el pan con el rodillo entre dos láminas de papel de horno. Debe tener medio centímetro de espesor.
- Forramos un molde alargado con papel de horno. A continuación, colocamos una lámina de mazapán por todo el fondo y laterales del molde recortando el sobrante.
- Rellenamos con una capa de crema de yema, y volvemos a cubrir con otro rectángulo de mazapán sin que queden huecos. Encima ponemos la crea de batata y volvemos a poner otro rectángulo de mazapán, cerrando bien los bordes.
- Por último, hacemos líneas paralelas por la parte de arriba con un cuchillo afilado y teniendo cuidado de no cortar la capa de mazapán entera; y pintamos con yema de huevo batida en la parte superior.
- Previamente habremos calentado el horno a 200°C, arriba y abajo, y horneamos durante 6 minutos. Para dorarlos podemos poner el horno en grill o subir los panes en la parte alta del horno hasta que se doren.
- Dejamos enfriar completamente antes de desmoldar.
Aunque si no quieres mancharte las manos, pero quieres probar un estupendo Pan de Cádiz, en Casa Mira lo puedes encontrar. ¡Es una de nuestras especialidades!